Dos hechos se presentaron, casi simultáneamente, que denotan la forma en la que se han venido saqueando los recursos de nuestra Nación, aplicando uno de los ejes de la política neoliberal, conocido como la confianza inversionista, mediante la cual se entrega el patrimonio a las multinacionales y se les permite a los potentados guardar sus dineros en los paraísos fiscales. En ambos casos la historia pasa por el presidente Juan Manuel Santos, quien figurará en la historia, más que por el premio Nobel de la Paz, por la forma en la que ha facilitado el saqueo de los recursos del país, no solo a través de los altos niveles de corrupción que se han desatado, sino además por las concesiones y ventas a menor precio en las privatizaciones de empresas del Estado.

Si no fuera por la gravedad y el atentado contra los colombianos, se vería chistoso al presidente Santos cual aborigen engañado que entrega el oro por espejitos, aceptando que el príncipe heredero de Abu Dhabi, Sheikh Mohammed bin Zayed Al Nahyan, oficializara el aporte de 45 millones de dólares para el posconflicto en Colombia: “Le agradecí sobremanera además los 7 millones de dólares que donaron para la tragedia de Mocoa…se abrieron muchísimas puertas, no le podría decir un número específico, pero la forma de progresar en una relación con países como Emiratos Árabes es exactamente lo que hicimos aquí…”, concluyó Santos. Ahora viene lo grave pues, Germán Arce, el ministro de Minas, dijo: “Emiratos Árabes tiene ya negocios en Colombia en la parte de petróleo y esperamos que esa inversión se duplique con el proyecto de minería en la parte baja de Santurbán, que ascendería a más de 1.000 millones de dólares… Acaban de presentar hace un par de meses la solicitud de licencia ambiental en la ANLA y están atentos a cómo evoluciona ese proyecto”. Así son los negocios: nadie regala nada y el presidente Santos se propone facilitar todas las condiciones a la multinacional Minesa, de la que Emiratos Árabes es el principal accionista, para la explotación de uno de los principales ecosistemas, lo que causará todo tipo de daños ecológicos, sociales, económicos y de soberanía al país.

El otro hecho es el de los Paraísos Fiscales, que Wikipedia define como «territorios o Estados que se caracterizan por aplicar un régimen tributario especialmente favorable a los ciudadanos y empresas no residentes que se domicilien a efectos legales en el mismo. Típicamente, estas ventajas consisten en una exención total o una reducción muy significativa en el pago de los principales impuestos, así como el secreto bancario». A través de la investigación periodística Paradise Papers, se encontraron los nombres de más de 120.000 personas y empresas del mundo, que a través del bufete de abogados Appleby, armaron empresas en estos antros financieros en donde se esconden los capitales, especialmente de las grandes y peores mafias, como las de la corrupción. Allí se encontraron cerca de 200 nombres de personas naturales y jurídicas relacionadas con Colombia, entre las cuales aparece el propio presidente Santos, además de Juan Carlos Esguerra, Carlos Urrutia Valenzuela, Jorge Alberto Uribe Echavarría, María Margarita ‘Paca’ Zuleta, Interbolsa, Tribeca y Ajover S.A, entre otros. La investigación apenas comienza, pero de seguro terminará en el “tapen, tapen” de los mismos con las mismas. Y los grandes medios: ¡mutis por el foro!

Por: José Arlex Arias Arias
Comunicador Social – Periodista


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