La imagen la compartió National Geographic en su cuenta de Instagram. Es un oso polar, escuálido, que busca comida y está muriendo.
La imagen es de Cristina Mittermeier y el video lo registró el equipo de Sea Legacy, una comunidad que se preocupan por los océanos y hacen campañas en todo el mundo por su cuidado y preservación.
“Así es como se ve un oso polar muerto de hambre. Los músculos débiles, atrofiados por la inanición prolongada, apenas podían sostenerlo. Nuestro equipo observó mientras se tambaleaba dolorosamente hacia un campamento de pesca abandonado en donde encontró algo de basura para comer: un trozo de espuma del asiento de una moto de nieve, como luego descubrimos”.
La publicación le responde a quienes se preguntaron porqué quienes estaban viendo al oso no pudieron darle comida. “Además de ser ilegal alimentar a la vida silvestre, los osos polares como este necesitan varios cientos de libras de carne para sobrevivir. Principalmente comen focas y luchan cuando están varados por largos períodos de tiempo en tierra, sin una plataforma de hielo marino desde la cual cazar. No teníamos ningún alimento. Literalmente, no había nada que pudiéramos hacer por él, ya que estábamos a cientos de millas de la comunidad Inuit más cercana. ¿Qué podríamos haber hecho? Lo que hicimos llorar sabiendo que este video e imágenes iba a ayudar a conectar a una audiencia mundial con el mayor problema que enfrentamos como especie hoy en día”.
Paul Nicklen, uno de los fundadores de Sea Legacy también explica que si la Tierra continúa calentándose, perderá osos y ecosistemas polares enteros. “Este gran oso macho no era viejo, y ciertamente murió pocas horas después de este registro. Pero hay soluciones. Debemos reducir nuestra huella de carbono, comer la comida adecuada, dejar de talar nuestros bosques y comenzar a poner en primer lugar la Tierra, nuestro hogar”, señaló.