Un equipo internacional de geólogos ha revelado el misterio de la aparición y la desaparición del antiguo continente de Gran Adria, cuyos restos aún duermen bajo los países del sur de Europa, informa la revista Science.
Los geólogos de las universidades de Utrecht, Oslo y el Instituto de Geofísica ETH, en Zúrich, han creado un modelo para reconstruir la historia de una enorme área de tierra que apareció hace unos 250 millones de años, y ahora está literalmente bajo Europa.
Los restos del continente llamado Gran Adria, unas curiosas rocas calizas, se habían descubierto antes en las cadenas montañosas del sur de Europa.
Ahora los geólogos han logrado determinar el tamaño, la forma y la historia de esta área terrestre, cuya gran parte permaneció bajo el mar poco profundo durante millones de años.
Gran Adria se separó del supercontinente de Gondwana, que incluía lo que es hoy África, América del Sur, Australia, la Antártida, el subcontinente indio y la península arábiga, hace unos 240 millones de años.
About 140 million years ago, Greater Adria was a Greenland-size landmass south of Europe. Now, it largely lies deep below our planet’s surface. https://t.co/9jN0dow1g1
— News from Science (@NewsfromScience) September 9, 2019
El nuevo continente comenzó a moverse lentamente hacia el norte. Hace unos 140 millones de años era un área de tierra del tamaño de Groenlandia que estaba en gran parte sumergida en el mar tropical, donde los sedimentos se acumulaban y se convertían en rocas.
Hace entre 120 y 100 millones de años, Gran Adria se enfrentó a lo que hoy es Europa. Como resultado, se rompió en pedazos y se hundió bajo el continente.
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Aunque la colisión tectónica se producía a un ritmo no superior a tres o cuatro centímetros por año, destruyó la corteza de Gran Adria, de unos 100 km de espesor, y envió su mayor parte a las profundidades del manto terrestre justo debajo del sur de Europa.
Hoy en día, solo quedan unas pocas rocas de Gran Adria en la superficie y se encuentran dispersas en más de 30 países: desde España hasta Irán. Por lo tanto, fue muy difícil recopilar y sistematizar datos sobre el continente perdido.